Esta nueva entrada va dedicada a la clase de Fonaments de Psicolgia que hemos tenido esta mañana. No cabe duda que el vídeo que hemos visto en clase sobre el Experimento Milgram es realmente impactante, tanto el vídeo en sí como la información que desvela que dos de cada tres personas de las que participaron en el experimento proporcionaron descargas eléctricas de muy alto voltage sin oponerse a la autoridad.
Estas estadísticas son sobrecogedoras, de eso no cabe la menor duda, pero lo que me dispongo a poner en tela de juicio es una de las conclusiones extraídas por Stanley Milgram, concretamente aquella que intenta establecer una relación entre el comportamiento de los voluntarios con el de los soldados nazis.
Si bien es cierto que existe una relación entre ambas conductas en cuanto al acato de la autoridad se refiere, es necesario establecer diferencias en el contexto sobre el que se producían estas conductas así como también en las consecuencias que podía comportar un posible desacato a la autoridad.
Todo esto es muy sencillo de explicar. No es mi intención justificar, ni siquiera comprender, la actitud mostrada por millones de soldados alemanes durante la Alemania Nazi o durante el transcurso de la II Guerra Mundial, pero su actitud agresiva, represiva y dañina se podría llegar a explicar por la educación que habían recibido, por el hecho de creerse ellos mismos que estaban haciendo lo correcto o por temor a los castigos, algunos tal vez mortales, que podían derivar del desacato a las órdenes de un superior.
Sin embargo, los voluntarios que se presentaron al Experimento Milgram y que realizaron las descargas eléctricas hasta llegar al límite no pueden acudir a estos motivos para justificar su comportamiento, ya que no tenían nada en contra de los damnificados, no creían que hacian lo correcto y eran totalmente libres de dejar de llevar a cabo las descargas.
Así concluyo, aun contrariado por lo visto en el vídeo y creyendo, pero sin saberlo a ciencia cierta, que yo me hubiese opuesto a la autoridad.
Estas estadísticas son sobrecogedoras, de eso no cabe la menor duda, pero lo que me dispongo a poner en tela de juicio es una de las conclusiones extraídas por Stanley Milgram, concretamente aquella que intenta establecer una relación entre el comportamiento de los voluntarios con el de los soldados nazis.
Si bien es cierto que existe una relación entre ambas conductas en cuanto al acato de la autoridad se refiere, es necesario establecer diferencias en el contexto sobre el que se producían estas conductas así como también en las consecuencias que podía comportar un posible desacato a la autoridad.
Todo esto es muy sencillo de explicar. No es mi intención justificar, ni siquiera comprender, la actitud mostrada por millones de soldados alemanes durante la Alemania Nazi o durante el transcurso de la II Guerra Mundial, pero su actitud agresiva, represiva y dañina se podría llegar a explicar por la educación que habían recibido, por el hecho de creerse ellos mismos que estaban haciendo lo correcto o por temor a los castigos, algunos tal vez mortales, que podían derivar del desacato a las órdenes de un superior.
Sin embargo, los voluntarios que se presentaron al Experimento Milgram y que realizaron las descargas eléctricas hasta llegar al límite no pueden acudir a estos motivos para justificar su comportamiento, ya que no tenían nada en contra de los damnificados, no creían que hacian lo correcto y eran totalmente libres de dejar de llevar a cabo las descargas.
Así concluyo, aun contrariado por lo visto en el vídeo y creyendo, pero sin saberlo a ciencia cierta, que yo me hubiese opuesto a la autoridad.
És per pensar-hi, oi, Sebastián!
ResponderEliminarÀnims amb el blog!