domingo, 13 de diciembre de 2009

El Mundo y la subjetividad

A raíz de lo hablado en la última clase de Fonaments de Psicologia y también producto de una discusión que tuve con mi hermano en casa llegué a una conclusión:

Si el mundo está lleno de subjetividad y no hay nada que podamos asegurar con total seguridad, es inútil que nos esforcemos por buscar cosas mejores que otras o que intentemos, por ejemplo, demostrar que hay culturas superiores a otras.

Así, toda postura etnocentrista y todo pensamiento racista deberían quedar evocados en el olvido en la sociedad subjetiva en que vivimos. Nosotros no somos nadie para establecer una ley universal que dicte que la cultura musulmana, por ejemplo, mantiene costumbres antiguas y que el hecho de que las mujeres deban llevar el velo continuamente es una conducta absurda y sin fundamentos. Todos los argumentos que construyamos para defender nuestra postura estarán condicionados por nuestra propia visión de la realidad, y así como nosotros pensamos que algunas costumbres musulmanas son absurdas y equívocas, ellos pensaran que los que están locos somos nosotros por hacer todo lo que hacemos en nuestra cultura.

Algo que ejemplifica aún más el hecho de que no existen actitudes que en todo el mundo se acepten como mejores que otras es lo vivido durante la segunda guerra mundial y la Alemania Nazi. Doy por hecho que Hitler y el ejército nazi cometieron las atrocidades que cometieron pensando que estaban haciendo lo correcto y que su propósito era conseguir lo que ellos, desde su perspectiva, consideraban un mundo mejor. Me cuesta mucho comprender mis propias palabras y aceptar que no todo el mundo estaba de acuerdo con evitar el holocausto judío y los millones de muertes que provocó la segunda Guerra Mundial, pero la historia nos demuestra que esa fue la realidad.

Concluyo diciendo que la subjetividad está presente en todos los aspectos de nuestra vida. Si yo me pusiese a discutir con un amigo daltónico el color que tiene la sangre es inevitable que surjan discrepancias. Por mi parte, yo afirmaría férreamente que la sangre es roja mientras que para mi amigo el color de la sangre sería otro. ¿Quién de los dos lleva la razón? Cada cual tiene razón a su manera. Cada persona se crea su propia realidad -donde hay cosas mejores y peores que otras- según la percepción que tengan del mundo y la educación que hayan recibido.

3 comentarios:

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  2. I malgrat tot, deu haver-hi coses millors i d'altres de pitjors, o algunes de correctes i d'altres que no ho són, no, Sebas?
    Interessant i necessària reflexió!

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  3. Estic d'acord amb el fet que hi ha coses millors que altres si parlem de manera global. És evident, per exemple, que la majoria dels humans voldríem erradicar la violència al mon, però sempre pot haver-hi alguna persona que no ho desitji i, per tant, si portem a l'extrem la subjectivitat, no podem dir que existeixin valors i creences absolutes, tot i que potser si millors que altres.

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